sábado, 2 de mayo de 2009

1996 - 2

Dos semanas de esperarnos en la puerta del salón, de vernos al almuerzo para comer juntos, de cruzar nuestras miradas en cualquier hueco en el horario, de escribir papeles y dejarlos en los cuadernos del otro, de suspirar sin motivo aparente, de escuchar a nuestros compañeros de clase diciendo "Hey men! que le pasa? usted esta raro hace dias." Dos semanas de esperar hasta la noche para tomar el mismo bus, de caminatas interminables por la 45, la 26 y la 30... en fin, dos semanas de sentir que el corazón no cabia en el pecho y de aguantar el deseo reprimido de darte un beso. Pero, no pude mas.

Era el 15 de mayo, casi el final de la tarde; vagamos sin rumbo por Teusaquillo, no podía evitar tus ojos brillantes y tu risa amplia. Durante todo el camino, esperé el momento. Miles de veces inicié una conversación y miles no supe el rumbo para dirigirla, sentía la garganta seca, las manos me temblaban, se me quebraba la voz. Dios cuanta ansiedad! ¿Cómo es que puedo tener tanta felicidad en el pecho y no morirme por ella? ¿Cómo es que su sola presencia hace que mis dias sean mas azules y mis noches estrelladas? ¿Cómo es que sus palabras o simplemente su susurro hagan que le encuentre sentido a este caos de mundo en el que vivimos? ¿Por qué el roce de sus dedos es tan tibio y su acariciar con la mirada tan suave? ¿Por qué siento que te conozco desde siempre y que este instante no es mas que un reencuentro?

Fueron segundos, fueron instantes. Temí que el momento no fuese perfecto, que no quisieras, que huyeras, que ... simplemente disfrutabas de mi compañía. No, no podía ser posible, no podía estar equivocado, no podía ser tan ciego para no verte, para no sentirte, para no serte ... pero para mi felicidad, esa tarde a las 5, bajo un árbol de sauce me dijiste que si.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh

Que lindo gatico!!!

Tenemos tercera parte???

Un besote.

Potter dijo...

...
Que textura tiene esta publicación.
Es suave y dista un poco de la primera. Pero hay dudas que me asaltan y espero, en un prudente silencio leyendo la tercera, resolverlas!
Es ud. un gatico de esos que ronronean con un contonéo circular en forma de 8, por los pies de sus empedernidos lectores

Un abrazo

Un abrazo

Milo Gasa dijo...

Esto se pone cada vez mejor, pero la pregunta es, ¿a qué le dijo que si?

Un abrazote

Merlín Púrpura dijo...

mmmmmmmmmmmm! ¡Qué bello! Me emociona esta historia, que está contada con sutileza y mucho Amor en cada palabra.

Besos mágicos, púrpuras y amorosos.

JP dijo...

La ventaja de conocer algunas cosas por el interno

La historia me hace creer en el cuento aquel del amor de la vida...

Es uno de los pocos asideros que tengo respecto de el amor puro como lo concibo... Vamos a ver que sucede en la tercera historia.

Arquitecturibe dijo...

Hmmm
al igual que Milo, me pregunto el destino del sí....
un abrazo mi gatico hermoso! Desde mi lejana galaxia

Y si al final del camino la vida no te encuentra triunfante, que por lo menos te encuentre luchando!