martes, 21 de septiembre de 2010

Rinconcito de poesía

Mi voz

En este mundo inquieto, moderno, apresurado,
tomamos todo aquello que nuestro corazón deseaba -tú y yo,
y ahora las velas blancas de nuestro barco están arriadas
y agotada la carga del navío.

Por ello, prematuras, empalidecen mis mejillas,
pues el llorar es mi contento huido
y el dolor ha apagado el rosa de mi boca
y la ruina corre las cortinas de mi lecho.

Pero toda esta vida atiborrada ha sido para ti
solamente una lira, un laúd, el encanto sutil
del violoncello, la música del mar
que duerme, mímico eco, en su concha marina.

Oscar Wilde 
Versión de E. Caracciolo Trejo

3 comentarios:

Unknown dijo...

de algun modo , me dolio...

Vicky dijo...

"Y caer como animal herido en el lugar que iba a ser de sacrificio"
Alejandra Pizarnik

NewSaint73 dijo...

Asi es la vida...

Saludo don Micifu.

Y si al final del camino la vida no te encuentra triunfante, que por lo menos te encuentre luchando!